En sus inicios, el tango propiamente era sólo un ritmo musical para bailar entre hombres –como puede verse en la fotografía-, es decir, carecía de letra, así que, de introducir algún término lunfardo, sólo lo hacía en su título y no eran muchas las composiciones. Algunos ejemplos son “La catrera” de Arturo De Bassi, “El purrete” de José Luis Roncallo, “Una noche de garufa” de Eduardo Arolas. Según diferentes conocedores, no es hasta “Mi noche triste” -compuesta por Pascual Contursi y Samuel Castriota en 1915- que el tango con letra, como lo conocemos hoy en día, cobra éxito. Y ya desde sus inicios, el tango incluyó términos en lunfardo. Si bien en estas primeras composiciones la frecuencia con la que aparecían estos términos era mucho menor a la de tangos más modernos, ya se da el puntapié inicial para el ingreso del lunfardo a la lírica popular. Unos versos de este tango:
“Para mí ya no hay consuelo y por eso me encurdelo pa’ olvidarme de tu amor” El tango alcanza gran éxito con el afamado Carlos Gardel, entre cuyas canciones se encuentran las compuestas por Celedonio Flores, que adaptó poemas lunfardescos, para ser cantados. A continuación, una estrofa extraida de “Mano a mano”, con letra de Celedonio Flores y música de Gardel y Razzano. “Se dio el juego de remanye cuando vos, pobre percanta Gambeteabas la pobreza en la casa de pensión, Hoy sos toda una bacana la vía te ríe y canta, Los morlacos del otario los tirás a la marchanta, Como juega el gato maula con el mísero ratón” El lunfardo, sigue creciendo constantemente, y cada vez se vuelve una parte más grande del léxico cotidiano del área rioplatense. Si se compara con la cantidad de vocablos de este origen que se utilizaba con frecuencia antes del boom del tango, y después, seguramente pueda corroborarse un aumento significativo. Un hecho apreciable es que gran parte de estos vocablos y locuciones que originalmente sólo utilizaban en el puerto o los suburbios, se ha difundido en el español de toda la Argentina y Uruguay. Como todo en el lenguaje, se renueva y avanza, se agregan términos que permanecieron olvidados y se olvidan términos que fueron los más usados en otros tiempos. Para saber más…
¿Les gusta la música? Disfruten de esta completa selección musical de cada uno de los países hispanoamericanos.
En esta foto se puede ver un salón de lustrado de 1928. El salón de lustrado era un sitio frecuentado por hombres que concurrían al lugar a fin de embellecer sus zapatos. Los clientes apoyaban sus zapatos en una plantilla de bronce, montada sobre un vástago de 30 centímetros de altura. La labor de lustrado era realizada por varios empleados, generalmente en número de tres, quienes dialogaban en todo momento entre sí, con los ocasionales clientes y con los que esperaban sentados en otras sillas del salón.
Además, una vitrola a cuerda con su enorme bocina, brindaba un entorno musical integrado mayoritariamente por tangos, valses, canciones italianas y españolas. |
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